Es evidente que la mejor manera de evitar ser "cazado" por los radares que vigilan los límites de velocidad, es mantenerse dentro de los umbrales legales, pero un grupo de estudiantes de Física de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, ha realizado un estudio en el que concluyen que, a una determinada velocidad, las matrículas se "vuelven invisibles" para los radares. ¿Quieres saber a cuál?
La información la encontramos en la web phys.org, especializada en temas concernientes a la Física y viene a destacar el estudio realizado por un grupo de estudiantes de la Universidad de Leicester (Reino Unido), mediante el cual demuestran –al menos de forma teórica– que los conductores podrían escapar al control de los radares si pudieran conducir tan rápido que sus placas de matrícula se volvieran invisibles a las cámaras de los detectores.
Pero no vamos a demorar más la gran respuesta que todos estamos esperando: ¿Cuál es la velocidad a la que las matrículas se vuelven invisibles? Pues nada menos que a algo menos de 200 millones de kilómetros por hora (191.511.936 km/h, casi una sexta parte de la velocidad de la luz). Una velocidad a la que ningún vehículo fabricado por el hombre es capaz, tan siquiera, de acercarse.
Estas conclusiones aparecen recogidas en el Journal of Physics Special Topics, una publicación realizada en su mayor parte por lo estudiantes y coordinada por el Departamento de Física y Astronomía de la universidad.
Pero no vamos a demorar más la gran respuesta que todos estamos esperando: ¿Cuál es la velocidad a la que las matrículas se vuelven invisibles? Pues nada menos que a algo menos de 200 millones de kilómetros por hora (191.511.936 km/h, casi una sexta parte de la velocidad de la luz). Una velocidad a la que ningún vehículo fabricado por el hombre es capaz, tan siquiera, de acercarse.
Estas conclusiones aparecen recogidas en el Journal of Physics Special Topics, una publicación realizada en su mayor parte por lo estudiantes y coordinada por el Departamento de Física y Astronomía de la universidad.
El 'culpable', el efecto Doppler
El cálculo se basa en el efecto Doppler –el efecto físico mediante el cual las frecuencias de luz o las ondas de sonido que emanan de un objeto aumentan o se reducen a medida que este se acerca o aleja de nosotros–.
Aplicado a la luz, este proceso provoca un "corrimiento al rojo" –la frecuencia de luz de un objeto que se aleja de nosotros se desplaza hacia el extremo rojo del espectro de color–. Cuanto más rápido viaja un objeto, mayor es el cambio de frecuencia.
Esto significa que sería teóricamente posible que la luz procedente de la placa de matrícula de un coche que se moviera lo suficientemente rápido, quedara fuera del rango de frecuencia que los radares son capaces de detectar; más o menos el mismo que el del ojo humano –aproximadamente de los 400 terahercios en el límite "rojo" del espectro a los 790 terahercios del violeta–. El estudio se ha realizado teniendo en cuenta matrículas de color amarillo –las que utilizan los coches en el Reino Unido–, que tiene una frecuencia de alrededor de 515 terahercios.
Para calcular la velocidad a la que debería desplazarse el coche para que los números de la matrícula se "desplacen" más allá del límite de 400 terahercios del espectro visible, los estudiantes utilizaron la ecuación utilizada por los astrónomos para calcular a qué velocidad se desplazan las estrellas en el espacio.
Tras realizar los cálculos pertinentes, llegaron a la conclusión de que el coche tendría que viajar a 53 millones de metros por segundo –casi 200 millones de kilómetros por hora o una sexta parte de la velocidad de la luz–. Teniendo en cuenta que el objeto más rápido jamás fabricado por el hombre –la sonda Helios– sólo es capaz de viajar 5.000 veces más lenta que la velocidad de la luz, parece claro que queda mucho camino por recorrer antes de que podamos llegar a ser capaces de ver este efecto en acción.
Por lo tanto, parece que la mejor manera de evitar ser cazado por un radar es mantenerse dentro de los límites de velocidad legales... al menos, de momento.
Fuente:
http://www.autofacil.es/radares-multas/2014/03/26/habria-rapido-radares-pudieran-pillar/18139.html
Puestos a ser precisos, realmente sería mucho antes pues ahí lo que tienen en cuenta es el tipo de luz que llega a la cámara, pero no existe una cámara ideal. Lo que realmente habría que tener en cuenta es la velocidad de obturación de la cámara, a partir de una velocidad la foto saldría "movida" y la matrícula ilegible: la cámara no tendría tiempo mecánicamente de hacer la foto.
ResponderEliminarY de ser por la noche, con flash, podríamos también esperar que desde que pasamos hasta que salta el fogonazo, hubiéramos recorrido tanta distancia que tampoco se leyese la matrícula o que hubiera escapado de lo iluminado por el flash.
:P