Pero, ¿por dónde empezar? Fácil: por la Luna. Desde que la NASA publicó que habían encontrado partículas de agua en la Luna, se ha despertado de nuevo la curiosidad por nuestro satélite. Nos ponemos como locos a rastrear su superficie buscando los cráteres Cabeus, Cabeus A y Cabeus B. Como sabéis, la sonda LCROSS que se envió a la Luna para chocar con su superficie, inicialmente iba a impactar en el cráter Cabeus A. Pero finalmente se optó por el cráter Cabeus. Estos cráteres están todos en el polo sur lunar.
Es recomendable utilizar algún programa o atlas para identificar las distintas zonas de la superficie lunar. Por ejemplo, Virtual Moon Atlas, es uno de los mejores. La información que proporciona sobre la superficie de nuestro satélite es tan precisa que se ha utilizado como referencia en publicaciones especializadas y en Universidades. Y lo mejor de todo es su precio, es gratuito. Para que te hagas una idea, es como tener el Google Earth, pero de la Luna.
Su información es tan precisa que se ha utilizado como referencia en publicaciones especializadas, universidades, observatorios y Webs. De hecho, se utilizó durante la preparación de la misión Chandrayaan 1 a la Luna.
Videos de la NASA que muestran la formación de la luna.
Mas información:
Para los que gusten de los misterios, así se animan a observar la luna.
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