jueves, 19 de julio de 2012

Mientras nosotros cerramos las minas Estados Unidos reinventa el uso del carbón

En los próximos años darán mucho de que hablar. Son tres ingeniosas tecnologías que pueden capturar el dióxido de carbono del carbón y al mismo tiempo aprovechar energía. El pasado jueves, el Departamento de Energía de Estados Unidos aprobó una de ellas: la estrategia oxyburn, que consiste en filtrar el nitrógeno del aire y quemar carbón en oxígeno puro, con un gas de combustión resultante que es casi dióxido de carbono puro.

Las otras dos tecnologías implican la depuración del dióxido de carbono de los gases de combustión del carbón que se quema de manera convencional, algo que la American Electric Power está probando en una planta muy antigua en Virginia Occidental. Por último, está el método de cocer el carbón en un gas de hidrocarburos, tomando el dióxido carbono de salida antes de la combustión. El responsable de esta técnica es la empresa Duke Energy.

Pero hay otros nuevos métodos. Tenaska Energy una empresa que construye plantas de energía en todo Estados Unidos, está diseñando una con un concepto muy diferente. La parte delantera de la planta procesará carbón, una mezcla de hidrógeno y carbono, y lo convertirá en metano. Luego, dependiendo de las condiciones del mercado, o bien quemará el metano en una central eléctrica de ciclo combinado, para generar electricidad con un rendimiento sorprendente, o enviará el metano a través de un ducto de gas natural y lo venderá como producto final.

Éstos métodos de conversión puede tener sentido económico, ya que por unidad de valor calorífico, el gas natural es más caro que el carbón. Pero la idea no es inherentemente buena para limitar las emisiones de dióxido de carbono. El carbón es una mezcla de carbono e hidrógeno, con énfasis en el primero; el metano, componente principal del gas natural, se compone de un átomo de carbono y cuatro átomos de hidrógeno. Pero en la conversión, el carbono adicional tiene que ir a alguna parte.

Sin embargo el excedente de éstas tecnologías generadoras de energía pueden ser reutilizados: una planta de Dakota del Norte que fue concebida como parte de un proyecto de combustibles sintéticos en la década los 70 toma el exceso de carbono, en forma de dióxido de carbono, y lo envía por tuberías a través de un campo petrolero, en el que se utiliza para forzar la salida del petróleo a la superficie. Una vez más, éstas técnicas pasan por tantos ciclos intermedios que es difícil evaluar que tanta huella de carbono dejan a su paso. Lo que sí es cierto es que el gobierno de Estados Unidos está acelerando las aprobaciones porque los números parecen muy rentables. El dinero mueve montañas.

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