Existe una rara enfermedad, la progeria, que los niños que la padecen sufren con pocos años los problemas de salud típicos de la quinta o la sexta década de la vida. Son niños-viejos: tienen arterioesclerosis, osteoporosis, trombosis y ataques al corazón. Se quedan sin pelo, su piel se arruga, apenas crecen y su esperanza de vida no supera por término medio los 14 años.
El interés científico por esta rara patología es buscar una solución para sus afectados y, por extensión, encontrar respuestas para todas las enfermedades relacionadas con la edad.
A partir de una muestra de piel de enfermos con este síndrome, los científicos del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Instituto Salk (California) generaron células madre iPS o pluripotentes con la alteración genética que provoca el síndrome. Estas células son tan versátiles como las células madre embrionarias, pero se obtienen directamente 'retrasando el reloj' de vulgares células de la piel, sin necesidad de destruir un embrión. En este caso, como proceden de pacientes de progeria, las células madre iPS contienen la mutación genética que causa la enfermedad. Presentan los resultados hoy en Nature. Durante la reprogramación, borraron los defectos de la enfermedad en las células. Las nuevas células actuaban como sanas. Mostraban la ausencia de progerina (la proteína que causa el envejecimiento) y, lo más importante, carecían de las alteraciones nucleares y epigenéticas que normalmente se asocian con el envejecimiento prematuro.
«Hemos observado que podemos “rejuvenecer” un núcleo “envejecido” de progeria, lo que nos abre las puertas a estudiar los mecanismos genéticos de la vejez». Estamos cerca de encontrar compuestos químicos que puedan alterar el proceso de envejecimiento normal en los seres humanos".
http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/nature09879.html
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